Para elegir los colores adecuados para cada habitación, se hace imprescindible comprobar cómo funcionaría, tanto con la luz natural como con la luz artificial. Otro punto importante es el tamaño de dicha habitación. Si no es demasiado grande y tiene solo una ventana, la pared que se encuentra opuesta a dicha ventana recibirá más luz que el resto de las paredes.
Durante la noche, en cambio, todo el ambiente tendrá una iluminación más uniforme. Por otro lado, al momento de estudiar la iluminación de una habitación hay que tomar en cuenta las texturas. Las paredes irregulares absorben la luz mientras que las superficies lisas tienden a proyectarla.
Los contrastes
Las habitaciones monocromáticas pueden ser muy elegantes y delicadas, por lo que en algunos casos resultan una buena opción. Sin embargo, agregarle unos toques de algún color contrastante puede darle más vida a la misma habitación.
Las tonalidades
El tono de un color determinado describe su grado de claridad u oscuridad. En este sentido, la claridad de un tono está dada por la cantidad de blanco con que se mezcló el color. La oscuridad, en cambio, está ligada a la mezcla con el color negro.
Crear un ambiente monocromático consiste, entonces, en tomar un mismo color, verde por ejemplo, y jugar con las tonalidades que pueden ir desde un verde intenso y oscuro hasta un verde pálido.
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