Cuando decoramos una habitación una de las tareas fundamentales es la distribución de los muebles. No es una tarea sencilla ubicar adecuadamente los elementos mobiliarios. Es necesario tener en cuenta el criterio estético y práctico para lograr un resultado satisfactorio. Debemos realizar un estudio detallado de todos los factores que hacen al ambiente: colores, estilo, revestimientos, aberturas, etcétera.
Antes de comenzar, es imprescindible planificar correctamente antes de realizar cualquier compra. Es necesario definir qué muebles son necesarios y cuáles utilizaremos de los que ya disponemos. Recordar que los decoradores profesionales nunca malgastan ningún recurso, sino todo lo contrario, la clave es aprender a reciclar y proyectar con lo que ya tenemos.
El espacio
El espacio es el protagonista en la distribución de los muebles. Es aconsejable elaborar un plano para conocer en profundidad la habitación a decorar. Debemos saber que el espacio posee dos variables: el espacio en dos dimensiones y el espacio en tres dimensiones.
La primera opción se refiere al ancho y al largo de la habitación. En cambio, el espacio en tres dimensiones es conocida como caja. Representa el suelo, las paredes y el techo que serán el lugar de trabajo del decorador. Esta perspectiva será la que expresará como equilibrar en el ambiente los objetos y sus formas.
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