Cuando un mueble se pone viejo, tapizar es una excelente alternativa para renovarlo. Cuando se desea tapizar o retapizar los muebles de la casa, es casi imprescindible tomar ciertos recaudos para después no lamentarse de haber perdido tiempo, esfuerzo y dinero.
En primer lugar, se debe tener en cuenta cómo es la habitación. Si es luminosa o no, si es amplia o pequeña, si hay más o menos tránsito, si la pieza a tapizar será muy utilizada y si será frecuentemente usada por niños. Una vez que se pensó en todas estas variables, se puede comenzar el trabajo de la búsqueda de la tela, el diseño del tapizado y sus posibles combinaciones.
La elección del tipo de tela
Las posibilidades de tramas para tapizar son amplísimas y es conveniente saber cuáles de esas telas son las más indicadas. En general, se prefieren las fibras naturales, ya que son muy resistentes y duraderas. Entre ellas, el material más utilizado es el algodón, ya que resulta económico y fácil de combinar. Otros como la seda son más frágiles y requieren de mayores cuidados.
Lavado y conservación
Lo más recomendable es hacer fundas, de modo tal de poder llevarlas a la tintorería y limpiarlas en seco. Si los tapizados no son desenfundables, también hay empresas que van a domicilio. Tampoco es óptimo que la tela se exponga mucho tiempo bajo la luz del sol, ya que puede perder los colores con más facilidad
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