Cuando hablamos de decoración de baños, una difícil elección suele ser optar por mamparas o cortinas plásticas para la ducha. Cualquiera de estas dos posibilidades están íntimamente relacionadas con el espacio del que disponemos, el mantenimiento de la limpieza, el valor estético que aportan y la funcionalidad de las mismas.
Una cuestión de higiene
Mantener el cuarto de baño limpio requiere de un cuidado especial. Las mamparas particularmente, más allá de su belleza estética y funcionalidad, necesitan un mantenimiento constante, ya que la suciedad suelen colarse por todos sus recovecos.
Los raíles de las puertas acumulan la suciedad y; con el tiempo, presentan manchas negras realmente anti estéticas.
Sin embargo, esto no sucede con las cortinas plásticas. Las mismas deben dejarse secar estiradas y no recogidas, de esta manera podremos disfrutar de ellas baño tras baño. Las cortinas plásticas son muy fáciles de limpiar, sólo se necesita descolgarlas, meterlas a la lavadora y luego simplemente se vuelven a colgar.
El aporte estético
En la actualidad, existe una amplia variedad de mámparas que aportan una estética muy bonita a la decoración de nuestros baños. Sin embargo, puede suceder que en algún momento te canses de este estilo decorativo y adquirir una nueva mámpara puede representar una gran inversión económica.
Por otro lado, la cortinas plásticas se nos presentan con una infinita variedad de formas, colores y motivos que permiten personalizar nuestro cuarto de baño y a la vez, nos brindan la posibilidad de cambiarlas cada vez que lo deseemos, ya que los precios de las mismas son sumamente asequibles.
Por esta razón, lo recomendable en materia de decoración de baños, es no dejarse llevar por modas pasajeras.
Existen cortinas de baño estéticas, sencillas prácticas, económicas e higiénicas que en muchos casos resultan la mejor opción para decorar y darle un estilo personal y colorido a nuestro cuarto de baño.
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