Un tema en el que insisten los diseñadores de interiores al momento de decorar una habitación es que el espacio cuente con un punto focal. Insisten en que la importancia de este elemento es tan grande que puede proporcionar encanto a un rincón o a una habitación sosa desde el punto de vista estético.
Un punto focal es un objeto decorativo o un mueble que se ubica en una habitación de manera que, cuando una persona entra ese espacio, su vista es atraída de inmediato hacia él. Sin embargo, este objeto debe evitar mantener la armonía con la habitación o el mueble en que se encuentra.
La importancia de los detalles
Toda la decoración de una habitación funciona como un conjunto de elementos que busca producir una armonía, como los colores, el suelo, la alfombra, los muebles, la iluminación, etc. Los objetos decorativos son apenas unos detalles que pueden lograr la armonía que estamos buscando, pues aunque un objeto aislado pueda lucir mal, cuando se coloca en un lugar especial de la habitación hace que esta cobre vida.
¿Qué detalle puede utilizarse como punto focal? Por ejemplo, unos jarrones de flores con diferentes diseños que combinen entre sí y dispuestos en una mesa pueden dar un aire de frescura a una sala de estar.
Al momento de decorar un rincón se le puede dar vida con un punto focal. Si tienes un mueble viejo, puedes colocarlo allí y disponer en las paredes cuadros que combinen con él. Si además puedes ubicar sobre el mueble una cesta con flores secas, le proporcionarás un aire ligeramente rústico y encantador a un rincón anteriormente vacío e inútil.
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