Una pared completamente blanca o un espejo viejo pueden transformarse aplicando mosaicos venecianos, un toque de originalidad y color que se adapta a cualquier tipo de superficie.
Los mosaicos venecianos, también conocidos como venecitas, tienen varias ventajas: son resistente al agua, a los cambios climáticos, al hielo y al sol; se adaptan tanto a interiores como exteriores; y vienen en varios formatos: 3 x 3cm, 1.5 x 3cm, 2.5 x 2.5cm, 2 x 2cm, 1x2cm, y 1x1cm.
Cómo colocar mosaicos venecianos
– Para renovar un espejo: si posee un marco de madera, hay que lijarlo para retirar restos de barniz, pintura o recubrimiento. Luego, utilizando cemento de contacto, se pegan los mosaicos venecianos sobre el marco de acuerdo al diseño y combinación de colores pensados de antemano.
Una vez que las venecitas están firmes, se rellenan los espacios que quedaron entre las piezas con pastina (pasta para rellenar mosaicos), se retira el excedente con una esponja húmeda y se deja secar hasta que la pastina endurezca. ¡listo para colgar!
En caso de que el espejo no tenga marco, el mismo procedimiento para colocar mosaicos venecianos se lleva a cabo directamente sobre el vidrio.
– Frentes de baño y cocina: En este caso, los mosaicos venecianos se aplican directamente sobre la pared. El adhesivo más adecuado es un porcelanato color blanco que, además de adherir las venecitas a la superficie, rellenará los espacios entre ellas sin necesidad de utilizar pastina. Aunque, por tratarse de lugares expuestos a la humedad, se recomienda, en caso de no quedar completamente sellados, utilizar pasta para rellenar mosaicos con antihongo.
Mosaicos venecianos, un toque de originalidad y color que puede transformar un pequeño espacio de la casa en algo especial.
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