El círculo cromático está compuesto por los tres colores primarios, rojo, azul y amarillo y por los colores secundarios que surgen de la mezcla de los primarios entre sí, violeta (rojo y azul), naranja (rojo y amarillo) y verde (amarillo y azul). Además, se pueden apreciar también diferentes tonalidades creadas a partir de la mezcla de los colores primarios con los colores secundarios, pero en diferentes cantidades.
Las atribuciones del color
Los colores ubicados en el sentido opuesto en el círculo cromático se llaman colores complementarios. La combinación de dos complementarios crea un contraste fuerte y muy vistoso. Por otro lado, los diferentes colores y sus respectivas intensidades de tonos reciben denominaciones particulares: colores fríos y colores cálidos.
Tonos fríos y tonos cálidos
Los colores cálidos, rojo, naranja y amarillo, logran un clima acogedor y con mucha energía. Están principalmente indicados para comedores, pasillos y cocinas. En cambio, los colores fríos, azul, violeta y verde, tienen efectos sedantes y están directamente asociados al descanso y al relax. Por eso, son muy adecuados para la decoración de los dormitorios.
Sin embargo, tanto los cálidos como los fríos pueden lograr efectos adversos a sus cualidades primarias. Por ejemplo, el rojo, el más cálido de todos los colores, pasa a ser un tono frío cuando se presenta rebajado en intensidad y se convierte en rosa pálido.
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