Las últimas novedades en puertas ofrecen calidad, funcionalidad y un amplio abanico de diseños para solucionar las necesidades de cualquier espacio. De cristal, madera, lacadas, batientes o correderas, separan ambientes o se utilizan como elementos de paso.
El recurso más idóneo para aprovechar todos los rincones de cocinas, baños y vestidores.
Tipos de correderas para cada ambiente
Aunque con un sistema de funcionamiento común, existen diferentes tipos de correderas, que permiten escoger el más adecuado para cada estancia.
- Guía exterior. Son aquellas puertas correderas que se deslizan por una guía situada en la parte superior y exterior del tabique. Esta guía actúa como elemento decorativo.
- Guía interior. La puerta corredera se desliza a través de una guía oculta entre dos tabiques. Ésta es la solución más recurrente y utilizada en puertas, también llamadas empotradas.
- Una sola puerta. Una hoja sencilla se desliza a través de la guía, ya sea ocultándose en un único hueco entre los dos tabiques o mostrándose a través de la guía exterior. Ideal para la sala de juegos, una sala de audiovisuales o de recreo.
- Doble puerta. Cada puerta se esconde a cada lado del hueco de paso, ocultándose entre dos tabiques cada una o sobre cada uno de ellos.
- Doble puerta superpuesta. Las dos hojas de la corredera se alojan en un mismo hueco del tabique, deslizándose por una guía doble. Doble puerta superpuesta con guía interior para los pasos entre dormitorios-vestidor y cocina-office.
- Puertas contiguas. Las dos puertas independientes, pertenecientes a estancias contiguas, se alojan en un mismo hueco de tabique de forma contrapuesta. La opción ideal para los dormitorios de invitados o suites.
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