Cuando un hijo se va, queda en la casa de los padres una habitación vacía y muchas veces un dilema con respecto a su reciclaje. ¿Qué hacer con ese dormitorio? Muchos transforman estas habitaciones en estudios, otros en habitación de huéspedes y algunos dejan las cosas intactas, algo que no recomiendo.
La mejor opción
Sin lugar a dudas, la mejor opción es transformar este lugar en una habitación de huéspedes, lo cual significa que cuando el hijo regrese o alguien esté de visita, tendrá ese espacio para alojarse, pero como adulto invitado. El caso del estudio puede no ser una buena idea ya que los hijos muchas veces suelen alojarse con sus padres, o bien sus nietos, o algún pariente lejano y no habría lugar que ofrecer a menos, claro, que la casa ya cuente con una de estas habitaciones.
Decorar el dormitorio
El dormitorio deberá tomar un aspecto neutral, con colores cálidos como el durazno, blanco, alguno de la gama de los amarillos o rojos. En lo posible, se debería optar por una cama matrimonial no muy alta, de madera sencilla pero resistente. Se puede reutilizar el placard que poseía la habitación barnizándolo o pintándolo a tono. Una alfombra para los pies si el dormitorio tenía piso de madera o cerámico es un símbolo de invitación muy agradable, además de añadir calidez al dormitorio.
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